martes, 5 de noviembre de 2013

Entrenar CrossFit vs CrossFit como deporte (Traducción del artículo deChris Spealler en www.chrisspealler.com)

Cuantos más seminarios dirijo, más emails recibo o más me cruzo con gente por el camino, más pienso que es necesaria una conversación franca con la comunidad. Uno de mis objetivos principales en el L1 junto con la presentación de la mejor información posible para que todo el mundo pueda entenderla y transmitirla, es la importancia que tiene para nosotros como comunidad (especialmente para aquellos que gestionan boxes o entrenan en ellos) identificar la diferencia entre entrenar CrossFit y el CrossFit como deporte. Ha llegado el momento en el que entre estos dos conceptos hay una clara diferencia.
Una de las cosas que amo del CrossFit y que es conocida gracias a nuestras lecturas propuestas en el programa y a alguna otra lectura adicional que seguimos es que "nuestras necesidades no varían en el tipo, sólo en el grado". Coincido plenamente con esta aseveración. Esencialmente lo que decimos con esto es que todos, desde el participante peor acondicionado hasta el más avanzado atleta de élite, tienen las mismas necesidades. A todos nosotros se nos requerirá hacer sentadillas, press, peso muerto, empujar, tirar, correr, saltar, etc. en diferentes formas y diversas variaciones. La clave que necesitamos para comprender esto es que es el GRADO el que varía tremendamente. Particularmente entre aquellos que entrenan CrossFit de la manera para lo que fue originalmente diseñado y esos otros que han elegido dedicarse seriamente al CrossFit como deporte a un  nivel de ELITE. La diferencia entre esas dos intenciones estará condicionada por tus metas. Cuando te fijas unas metas debes ser realista pero al mismo tiempo confiar en tus posibilidades, y dependiendo de esas metas necesitarás hacer mayores o menores sacrificios. Tanto tú como aquellos que te rodean. Creo que podemos establecer 3 categorías básicas:

Entrenar CrossFit

Esto es lo que hacen la mayor parte de mis clientes y es algo que adoro. Es gente que usa el CrossFit para lo que fue diseñado y en la mayor parte de los casos es un medio para obtener otros fines. Esta gente no sólo quiere ser competente en el propio gimnasio, sino también fuera de sus paredes. Quieren ser mejores ciclistas, esquiadores, corredores, padres, abuelos, atletas...llámalo como quieras. Usan el CrossFit para incrementar su nivel básico de CFG (Condición Física General) y esto se correlaciona con un mayor rendimiento en sus deportes específicos o en la vida.
Esto no significa que sean menos atletas que cualquiera de nosotros, pero tienen diferentes metas. En mi opinión (habría empezado este párrafo aquí) la gente puede entrenar CrossFit de esta manera durante toda la vida. Podemos ir al gimnasio una vez al día, seguir un ciclo de 3 días de entrenamiento 1 de descanso, o uno de 3 días de entrenamiento 1 de descanso 2 de entrenamiento 1 de descanso y ver los resultados que se producen a lo largo de los años. Con un buen programa variado nos haremos fuertes, aumentaremos nuestra resistencia, veremos cómo mejoran nuestros tiempos, etc. Nuestra capacidad de realizar un trabajo físico durante mucho tiempo y nuestros dominios específicos mejorarán, lo cual es el objetivo pese a quien pese. Con el tiempo necesitaremos identificar nuestras debilidades para ayudar a nivelar nuestra capacidad de trabajo, pero en realidad este proceso podría llevar años y años. Para alguno de nosotros ese día podría no llegar, dependiendo de la experiencia previa que tengamos en el entrenamiento atlético.
En esta categoría el sacrificio es mínimo. En la mayor parte de los casos la gente podría cambiar de programas y sus compromisos y prioridades no cambiarían. Probablemente veríamos a estos atletas hacer sacrificios para otras metas que pudiesen tener (clasificarse para el Maratón de Boston, ganar un torneo local de mountain bike, trabajar para ser un surfista profesional). En cualquier caso el CrossFit está ahí para desarrollar su base, y si hay que sacrificarse por algo, será por otras cosas.

CrossFit como Deporte Recreativo

Aquí incluimos al tipo de persona que ha conocido el CrossFit y disfruta de la parte competitiva de éste. Tal vez participan en alguna competición local y se ven más atraídos por esta parte del CrossFit. Competiciones por equipos, torneos locales que ofrecen la posibilidad de diferentes categorías en función de cómo se escalen las rutinas, y el CrossFit empieza a ser algo más que un deporte para ese tipo de persona. Estos atletas debería prestar más atención a identificar algunas de sus debilidades para mejorar su condición física de manera indiscutible. Ésta es una meta legítima, y creo que hay mucha gente que la elige.
Aquí tener metas específicas y realistas va a ser importante para ayudarnos a situarnos en el lugar que ocupamos en el reino de la competición. Una buena compañía aquí es la que marca la diferencia entre un deporte recreativo o profesional. Por ejemplo, podrías querer jugar al tenis, golf, competir en una liga local de fútbol o softbol, ir a campeonatos de natación, etc. pero la demanda y el compromiso son diferentes para aquellos que practican estos deportes profesionalmente.
Los sacrificios pueden comenzar a ser necesarios para aquellos que están tratando el CrossFit más como un deporte. Generalmente se tratará de pasar más tiempo en el gimnasio, tanto con más consistencia como con más trabajo adicional. Esto puede incluir algún tipo de programa fuera de lo que son las clases regulares. Puede que necesitemos prestar más atención a nuestras dietas y aprender cómo gestionar las competiciones y entrenar para ello. Con todo, globalmente pienso que debería ser DIVERTIDO para nosotros. Podemos tomarlo en serio pero al mismo tiempo no hemos invertido todo lo que tenemos en un evento, así que DEBERÍAMOS divertirnos con el viaje tanto como con las competiciones que haya por el camino.

CrossFit como Deporte (Nivel Élite)

Algunos podrían pensar que es exagerado llamarlo profesional, pero disiento. Aquellos que están hoy en día en lo más alto, generalmente viven para entrenar. (¿Entrenar es un trabajo a tiempo completo?). Los sacrificios aquí son grandes y las cosas no siempre son divertidas. Es trabajo, trabajo duro, y esos atletas desean darlo todo independientemente del resultado y arriesgan el tiempo invertido en ello. Conozco a un buen número de atletas participantes en los CrossFit Games y casi todos ellos entrenan en un gimnasio, poseen un gimnasio o simplemente compiten y no hacen nada más.. Su estilo de vida les permite centrarse en el entrenamiento y esto es lo que se necesita para ser un atleta de ELITE. La mayoría de ellos tienen una larga experiencia en diferentes disciplinas atléticas o en algún tipo de programa de fuerza y acondicionamiento. Tener un nivel básico de fitness y tener una buena exposición al entrenamiento de fuerza es un plus, y aunque no obligatorio, es raro ver a gente competir a alto nivel sin que eso se dé. Simplemente se requiere un enorme trabajo duro, y esto lleva tiempo.
Este atleta es alguien que básicamente puede realizar todos los WODs propuestos en www.crossfit.com como prescritos (sin escalar), y postea tiempos/marcas a nivel de los atletas top Regional (top 5 o así) o de los Games, del pasado y del presente. Es alguien que es capaz de ir a las competiciones más prestigiosas y obtener buenos resultados. Se clasifica para los Regionales sin un entrenamiento específico para el Open, y es un legítimo contendiente para los Games (top 5-7 de una Región). Verdaderamente se trata de un pequeño porcentaje de la población de nuestra comunidad. Se trata de alguien que hace sacrificios del mismo modo que cualquier otro atleta haría para alcanzar la cima de su deporte. Lo encontraremos trabajando a pesar de dolores, enfermedades, dolores, potenciales lesiones y prestando mucha atención a sus programas de entrenamiento así como al entrenamiento invisible fuera del gimnasio. Requiere habitualmente un programa específico para corregir sus debilidades, y deben estar siempre implicados, pues las demandas de estos competidores siempre crecen. El volumen generalmente aumentará dependiendo de la edad del atleta y la mayoría de ellos tienen un entrenador o un grupo de atletas de similar nivel con los que entrenar.
Los sacrificios que estos atletas lleven a cabo en el presente pueden o no afectar a su bienestar general en el futuro. Algunos de estos dolores o malestares pueden convertirse en algo peor y el riesgo vale la pena en función de la recompensa. Las metas que se marcan en un futuro cercano pueden cumplirse a un alto precio.

Así que, ¿dónde te encuentras tú? Lo primero es lo primero. Ten una conversación contigo mismo sobre cuales son tus metas específicas y qué es lo que puedes conseguir en un periodo de tiempo razonable. Hay un par de cosas que debes tener presentes cuanto de fijas metas:

- Fija metas a corto, medio y largo plazo. Para mí esto generalmente consiste en bloques de 3, 6 y 12 meses.
- Trata de determinar 3 metas para cada periodo.
- Enumera 3 razones POR LAS QUE TIENES  esa meta.
- Enumera 3 CAMINOS que te llevarán a alcanzar esa meta.
- Que tus metas sen REALISTAS.  Esto no significa que no nos forcemos o retemos a mejorar lo que pensamos que podemos hacer. Significa que nos presentamos a nosotros mismos una serie de actos que nos llevarán a alcanzar el éxito. Si no alcanzamos la meta exacta al menos deberíamos estar muy cerca de lograrlo. Fijarnos metas que están muy lejos de nuestro alcance es llevarnos a nosotros mismos al fracaso. En algunos casos no necesitas cambiar la meta final, sino tan solo la temporización que has establecido.

Una vez que sepas cuáles son tus metas ya puedes tener una camino sencillo para aproximarte a tu entrenamiento. Tal vez practicas CrossFit para mejorar en otro deporte. Me encanta. Vete con frecuencia al box y asegúrate de tener un buen programa variado durante semanas, meses, años, etc. Las opciones son que no necesitarás establecer ningún objetivo específico aunque sí ocasionalmente deberás escoger diferentes ciclos cada semana en función de tus prioridades y nivel de actividad fuera del gimnasio.

Si haces CrossFit y te encuentras disfrutando de competiciones locales, quieres mejorar una posición en el Open, etc. deberías establecer pequeños objetivos. Tan sólo trabajar en mejorar tu fitness general, ser más consistente con tu dieta...todo lo que mencionamos arriba. Recuerda, sé realista y ¡DIVIÉRTETE! Este no es tu trabajo y no deberías tratarlo como tal.
Deberías comprobar el potencial que tienes para ser un atleta de élite. Esto podría llevarte años, pero estás comprometido. De cualquier modo tendrás que subir la cuesta despacio. Consistencia, métodos de entrenamiento adicionales, volumen, etc. son cosas que no podemos aumentar en una noche. Es un largo y lento camino hacia un horizonte muy lejano. Requiere sacrificios que podrían ser o no recompensados en el largo viaje. Se trata de un porcentaje muy muy pequeño de la comunidad, y cada vez se hace más pequeño.

El sentido de todo esto no es desanimar a nadie para que luche por sus metas. Si alguien me dijera: "no puedo hacerlo", me encogería de hombros y seguiría adelante. Yo también me marco metas realistas y lo he hecho durante el tiempo que he estado compitiendo en CrossFit. Incluso es una decisión que tengo que tomar cada día. Cada día he de lidiar con mi edad y con algunas cuestiones como la recuperación y los dolores. Si me siento bien cuando lleguen los Regionales, iré. Si me encuentro mal y no puedo competir al nivel que quiero, no iré. Entreno cada día como si fuese a ir a los Games, es mi deporte. Es algo muy diferente de entrenar CrossFit. Pero una parte de mí envidia a aquellos que lo hacen. Parece divertido. MUCHO menos estresante y algo que podría hacerse toda la vida. Amo nuestra comunidad por el apoyo y el corazón aportados cada día por la gente en los boxes. Fija tus metas, sé realista, y DIVIÉRTETE alcanzándolas.

Creo que mi amigo Pat Sherwood lo define perfectamente: "la meta es simplemente ponerse en forma. Haz de ello la mejor hora del día, hazlo con seguridad, pon la música, saluda a alguna gente, y suda un poco. Así que recuerda: RELÁJATE, DIVIÉRTETE, Y ENTRENA."

Y si has elegido seriamente el CrossFit como deporte de élite, abróchate el cinturón, es toda una aventura.


Chris Spealler
www.chrisspealler.com




miércoles, 17 de abril de 2013

Boston, Michio Kaku y el negro presente del ser humano

Cuando el lunes por la noche leía la noticia de las bombas colocadas en la meta de la maratón de Boston, inmediatamente venía a mi memoria el trabajo del prestigioso divulgador norteamericano Michio Kaku. Entre sus muchas obras divulgativas, algunas con reminiscencias "Saganianas", encontramos una de las más impactantes: la clasificación de las civilizaciones según su capacidad para utilizar la energía disponible a su alrededor. Básicamente, Kaku propone 3 tipos principales de civilización:

La de tipo 1 sería una civilización planetaria que habría aprendido a controlar los volcanes, los terremotos, el clima, etc. 
La de tipo 2 es una civilización solar. Controla el sol, es inmortal, puede modificar trayectorias de planetas, meteoros, estrellas y cometas.
La de tipo 3 controla la energía de toda una galaxia, deformando el espacio, creando puertas interdimensionales. Se trata de una civilización galáctica.

No entraré en los detalles que regulan las particularidades de cada tipo de civilización, pues es sencillo encontrar esta información en la red, pero sí que incidiré en algunos aspectos significativos. Actualmente no encontramos en un estadío entre una civilización tipo 0 (usamos petróleo y carbón) y la tipo 1. Según Carl Sagan somos una civilización tipo 0,7, y alcanzaríamos la tipo 1 en el año 2100.

Para Kaku, el único problema que la física teórica ve para llegar a ser una civilización tipo 3 es el tiempo: es cuestión de años (miles o cientos de miles de años) que una civilización alcance ese estatus privilegiado. Salvo en la transición de tipo 0 a tipo 1. Justo donde estamos ahora. Es esta transición la que presenta mayores dificultades. De hecho es posible que no exista en el Universo ninguna civilización avanzada porque es extremadamente difícil superar esta barrera que se interpone entre la civilización 0 y la 1. ¿Cuál es esta barrera? Pues esta barrera es la diferencia de evolución existente entre nuestra ideología y nuestra tecnología. O lo que es lo mismo, que nuestra tecnología está evolucionando tanto que sin una capacidad absoluta de buscar la concordia y el consenso en el mundo, nos autodestruiremos antes de completar la transición. Michio Kaku lo explica de la siguiente manera:


“La dificultad reside en la transición entre una civilización 0 y una civilización 1, y ahí es donde nos encontramos hoy. Estamos en una civilización tipo 0. Obtenemos la energía de plantas muertas: petróleo y carbón. Pero con ayuda de una calculadora es fácil determinar cuándo nos convertiremos en una civilización tipo 1: dentro de unos 100 años. Para entonces podremos sacar toda la energía disponible del planeta Tierra: volcanes, fenómenos meteorológicos…El problema está hoy: tenemos armas atómicas y biológicas pero también tenemos mucha ideología fundamentalista. Yo veo dos grandes tendencia en el mundo actual: una de ellas dirige hacia una sociedad científica, multicultural y tolerante. Por ejemplo, para mí como físico, Internet es el germen del sistema telefónico de una civilización tipo 1, mientras el inglés es el inicio de un idioma de civilización tipo 1, planetario. Por su parte, la Unión Europea es el primer paso de una economía tipo 1.”“Pero existe una segunda tendencia. ¿Qué es el terrorismo? Es, de algún modo, la reacción contra la creación de una civilización tipo 1. La mayoría de los terroristas son incapaces de articular este pensamiento pero en realidad están reaccionando contra génesis de una civilización tipo 1: van contra la ciencia, pues quieren la teocracia, contra el multiculturalismo, quieren monocultaralismo… ¿qué tendencia prevalecerá? No lo sé, pero espero que podamos tender hacia una civilización tipo 1, pero no es seguro: por primera vez esta civilización tiene la capacidad de destruirse a sí misma. Tal vez esa sea la razón por la que no vemos naves espaciales ahí fuera: las civilizaciones no fueron capaces de pasar del nivel 0 al 1 porque se autodestruyeron.”

¿Qué relación tienen las bombas de Boston con el ser humano y con Michio Kaku? Bien, a mi no se me ocurre otra cosa que pensar en que hoy en día es muy fácil para cualquiera construir una bomba, y provocar una auténtica masacre. Estamos capacitados para llevar al hombre a la Luna, pero  nuestros cerebros siguen siendo los de unos seres poco menos que postreptilianos. De hecho las respuestas fisiológicas a determinadas situaciones que no suponen riesgo alguno y que se dan en la vida cotidiana son las mismas que se producían hace cincuenta mil años cuando nuestras vidas realmente corrían peligro. Seguimos temiendo a la oscuridad y los monstruos que nos aterrorizan se representan con rasgos de felino, nuestro enemigo ancestral. La cultura y la tecnología han avanzado exponencialmente, y nuestro cuerpo lo ha hecho poco menos que aritméticamente. Hemos alcanzado cotas tecnológicas brutales pero seguimos peleándonos por el resultado de un partido de fútbol. Hace tres mil años podíamos machacarnos a pedradas, con lanzas, a puños...pero nuestra civilización no corría peligro. Ahora pende de un hilo, porque no es que seamos monos con pistolas, somos monos con bombas.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Estrategia, táctica y técnica: aclaración terminológica.

     El periodismo deportivo tradicional, entendido éste como una arcaica aproximación a lo que actualmente nos ofrecen científicos con vocación comunicadora (Perarnau, Segurola, Uría, etc.) ha facilitado involuntariamente una perversión y heterogeneización conceptual sistemática en todo lo referente al fútbol y a su campo semántico. Esta perversión conceptual se ha corregido en algunos casos gracias a la labor divulgativa de nuevos profesionales, que se encuentran a caballo entre la ciencia y el periodismo. La ciencia les permite comprender la lógica interna del deporte, y el periodismo ofrecérsela a los lectores. Que estos nuevos periodistas tengan una formación en Ciencias del Deporte, sea la rama que sea, provoca un orden epistemológico y un consenso terminológico. Este acuerdo es absolutamente necesario para hablar de lo mismo. Como decía el filósofo y ensayista Gustavo Bueno, "el concepto no admite mil nombres".  Esto significa que para entendernos es necesario hablar el mismo idioma y dar a cada elemento un nombre común. Si no hacemos esto, nunca daremos el primer paso para crecer científicamente, y nos quedaremos en meras charlas de café.

     Esta aproximación conceptual se ha producido inicialmente con el término "cambio del sentido de la orientación del juego", antes conocido como "cambio de juego". Poco a poco los periodistas, sobre todo de radio y televisión, fueron aprendiendo que un cambio de juego es pasar de un tipo de juego a otro (del dominó al parchís, o de la oca al mus) y que era mucho más apropiado utilizar el nuevo término. Este nuevo término ya era utilizado por los profesionales formados en las facultades de Ciencias del Deporte desde hacía lustros.

     Al igual que ocurre con el ejemplo anterior, hay otros conceptos utilizados por los profesionales del deporte que no concuerdan con los utilizados por los periodistas. Esto acrecienta todavía más la brecha existente entre la gente que lee los periódicos y los científicos que se encargan de estudiar las complejas redes y lógicas internas de los diferentes deportes. No hablamos el mismo idioma, y por tanto no nos entendemos. Un caso claro que ilustra esta diversidad conceptual inadmisible en la ciencia es el de los términos estrategia, táctica y técnica.

     La estrategia consiste en el plan general de un equipo. Son las intenciones ofensivas y defensivas en función de las propias virtudes y defectos, y también de las del rival. Puede ser modificada tantas veces como se desee a lo largo de un partido. Ha de ser interiorizada por los jugadores para que los automatismos generados provoquen una ligera ventaja con respecto al adversario. Un cambio en la estrategia provoca cambios en los automatismos, y los nuevos automatismos reemplazan a los propios de la estrategia sustituida. El 4-4-2 es un dibujo estratégico, no táctico.

     La táctica es la capacidad de cada jugador de tomar decisiones inteligentes a cada instante. La colocación de un futbolista en las diferentes zonas del campo en función de la situación del balón, de sus compañeros y de sus adversarios es un ejemplo de inteligencia táctica. Saber cuándo regatear y cuándo pasar es inteligencia táctica, al igual que cuando decimos que un jugador está siempre bien colocado o que sabe en qué momento pasar y en cuál conducir.

     La técnica en los deportes colectivos no se entiende si no es en relación a la incertidumbre provocada por compañeros y adversarios. No hay un modelo de ejecución técnico perfecto, porque pocas veces se va a producir esta situación ideal. La posición cambiante del cuerpo, la zona del campo, la orientación espacial, la velocidad y trayectoria del balón, la oposición del adversario, etc. son factores que modifican constantemente el patrón técnico ideal. Así que podemos considerar la técnica como las herramientas disponibles para ejecutar las soluciones propuestas por la táctica ante cada problema que surge durante el juego. El profesor Horst Wein (Fútbol a la medida del niño) comprendió esto hace muchos años, y propuso un modelo de formación para los jóvenes donde se ponía el acento en las tareas que facilitaban la integración de la técnica y de la táctica.

     Resumiendo, podemos decir que el entrenador es el general que dispone a sus ejércitos según las necesidades del combate y en función de sus virtudes y sus defectos, así como de los puntos fuertes y débiles del contrario (estrategia). Sus soldados actúan según su plan, y resuelven en cada combate los problemas específicos que van surgiendo a cada instante. Cuándo deben golpear o escapar, cuándo fintar o acelerar (táctica) a través de su habilidad con el uso de las armas disponibles (técnica).



   

domingo, 23 de diciembre de 2012

El plan de Mou (2ª parte)

     Si en la anterior entrada ("El plan de Mou") especulaba con la posibilidad de que el entrenador madridista estuviera desechando la Liga para jugar todas sus cartas en la Champions, a través de una planificación arriesgada pero inteligente en cuanto a optimización de recursos, ahora he de dar una vuelta de tuerca para interpretar los últimos acontecimientos.
     Lo ocurrido ayer en Málaga con Iker Casillas, mito del madridismo, no puede ser otra cosa que el derrumbe de un circo de tres pistas que al final no ha podido ser correctamente gestionado.
     A mi modo de ver, que el Manchester sea el rival del Real Madrid en octavos de la Champions tiene mucho peso en todo lo ocurrido ayer. Mourinho esperaba un rival de menor entidad para poder seguir ganando forma a través del ritmo de competición. Pero no ahora, sino a partir de febrero o marzo. Que sea el Manchester el oponente significa que las dificultades para pasar de ronda van a ser máximas, y trastoca sus planes absolutamente. Esto no quiere decir que no vaya a pasar la eliminatoria, pero sí que todo su plan de optimización va a verse alterado.
     Nos encontramos por tanto en el siguiente escenario: el equipo fuera de la Liga, con la Copa del Rey como una pieza menor, y con las esperanzas de la Champions seriamente amenazadas. Las ofertas de otros clubs para contar con el portugués son suculentas, y ahora solamente queda salir del Real Madrid. Si no lo echan, y el equipo cae ante el Manchester, su prestigio como entrenador (porque como persona ya no hay nada que pueda hacer para salvarlo) va a quedar seriamente dañado. No para el club que lo pretenda, pero sí para la comunidad internacional, que ya empieza a verlo como un personaje incómodo.
     Así que el panorama para Mou debe de ser el siguiente: me cargo al último mito madridista que me queda (ya lo hizo con Raúl, Zidane, Valdano y hasta el propio Di Stéfano) y provoco una rebelión tan bestial que sólo pueda resolverse con mi despido (cobrando 60 millones de euros) y además echándole la culpa de los malos resultados a los jugadores. Si no me echan, me la jugaré ante el Manchester a una sola carta, esperando salir vencedor, pero seriamente tocado en mi relación con jugadores, directiva y afición.
     No pinta bien, la verdad.

   

martes, 27 de noviembre de 2012

El plan de Mou

     El escenario al que se enfrenta esta temporada Jose Mourinho facilita de forma sutil los resultados deportivos irregulares que está obteniendo el club madridista hasta el momento. Mi tesis se fundamenta en la siguiente argumentación:
     Mourinho (y el Real Madrid, por supuesto) ha ganado ya la Liga y la Copa del Rey. Tan solo le falta por ganar la Champions, y podrá decirse que sus objetivos en España se han cumplido. Hacer doblete o triplete aquí es muy complicado. El Barcelona y el Real Madrid son dos gigantes que luchan entre ellos en dos competiciones domésticas y una europea. Ante este panorama es muy probable que Mourinho esté adoptando una estrategia muy inteligente. Esta estrategia no es otra que la de desechar Liga y Copa para centrar todo su potencial en la Champions.
     Las consecuencias de esta decisión son un bajo rendimiento en Liga, puesto que la planificación física está alterada con respecto al plan habitual en los equipos de Mourinho (puesta en forma rápida de un once tipo hasta exprimirlo). El portugués llegará (suponiendo que pase las correspondientes fases) a las etapas decisivas de la Champions con un once optimizado en lo físico y en lo estratégico, con automatismos adquiridos durante estos tres años. Será temible, pero a cambio habrá de renunciar a la Liga. No tanto a la Copa del Rey, pues parte de las ventajas de este tipo de planificación podrían aprovecharse aquí, si va pasando rondas. Es el "quien mucho abarca poco aprieta" llevado a su máxima expresión.

jueves, 7 de julio de 2011

Es el mismo Messi

     Un nuevo compromiso de Leo Messi con la Selección Argentina reabre el debate sobre la razón de que el considerado mejor futbolista del Mundo (categorización improcedente en un deporte colectivo; aclaro para quien no conozca ya mi punto de vista sobre este asunto de los premios individuales) no rinda con la albiceleste del mismo modo al que nos tiene acostumbrados en su club.
     Hay periodistas deportivos de gran alcance mediático que con sus opiniones perpetuan atavismos, ideas preconcebidas que llevan años arraigadas en el imaginario deportivo. Y otros, que callan cuando escuchan estos argumentos medievales, se convierten en cómplices de una mediocridad deportivo-intelectual que nos hiere en lo más profundo de nuestras humildes mentes a aquellos que hemos dedicado años de nuestras vidas a estudiar la complejidad de los deportes colectivos.
     Ayer mismo un tertuliano de un programa de deportes de Canal + defendía con vehemencia que Messi tendría que rendir igual en cualquier equipo en el que jugara. Este tertuliano de cabello blanco no es periodista deportivo, pero sí lo eran algunos de los que estaban con él. Entre ellos alguno de los más prestigiosos y afamados de este país. Y ninguno abrió la boca para rebatir esta idea. Resulta que todos están de acuerdo en que Messi tiene que jugar igual de bien sea cual sea el equipo del que forma parte.
     Pues resulta que esto no va así, señores. La 'Teoría del PCFútbol' defiende que si juntas a los “mejores” jugadores (o a los más valorados) haces el mejor equipo. En el popular juego bastaba con fichar a esos jugadores con media de 90, 91 o 92 puntos para que tu equipo ganara los partidos por goleada. De hecho daba igual poner a un delantero de central o a un lateral de mediocentro. Lo importante es que fuese el mejor valorado. Y muchos periodistas deportivos, que por descontado no han leído a Martí Perarnau, siguen pensando que esto va así también en la vida real. No saben nada de roles, subroles, redes de comunicación motriz, educación física de base, génesis y estabilización de automatismos, táctica dinámica y semiótica. Y les da lo mismo. ¡Porque es más fácil decir que Messi no rinde en Argentina por factores socioculturales!
     Messi no rinde en Argentina porque la matriz donde ha de desempeñar su rol no es la misma matriz en la que ha aprendido, donde se ha desarrollado y donde ha sublimado su talento. El Barcelona habla un idioma único, que sólo dominan aquellos que se han formado durante casi diez años en los campos de La Masía. Algunos jugadores “externos” lo aprenden, no sin gran esfuerzo, y forman parte de esa maravillosa orquesta futbolística en la que se ha convertido el conjunto catalán. Pero son muy pocos. Messi ha encauzado durante años todo su talento natural para integrarse en una máquina perfecta, y es ahí, donde todos hablan el mismo idioma, cuando se convierte en ese superhombre. Pero es el equipo el que lo convierte en figura destacada, mediente una aportación bidireccional que es santo y seña de la dinámica barcelonista: yo cumplo mi función en la orquesta y esta me encumbra a las más altas cimas. Mi talento se desactiva en cuanto salgo del Camp Nou porque son mis compañeros los que lo subliman. Cuando me alejo de esos jugadores que hablan el mismo idioma que yo, tanto ellos como yo perdemos nuestro poder. Podemos regatear bien, controlar mejor, chutar excelentemente. Porque somos buenos técnicamente. Pero ni nos acercaremos a lo que somos cuando formamos parte de nuestro grupo. Esto lo saben lo ex-jugadores culés que han intentado seguir su camino en otros equipos, con otro idioma que no dominan. Casi ninguno ha rendido como de él se esperaba. Fuera de su hábitat natural el canterano del Barça se diluye hasta convertirse en una sombra de lo que era. Y Messi, fuera del Barcelona, está sujeto a las mismas leyes. Pero no son burdas falacias socioculturales, sino leyes científicas perfectamente enunciadas, comprobadas y estudiadas. Pero tal vez demasiado complejas para ser defendidas en una charla de café.

lunes, 20 de junio de 2011

El dilema madridista

     Esta mañana leía la noticia de que el Real Madrid estaría pensando en Thiago Alcántara como uno de sus fichajes estrella para la temporada que viene. Independientemente de que la noticia sea cierta o no, me parece interesante realizar una pequeña reflexión sobre este hecho, y también sobre otros aspectos relacionados.

     Si yo fuese un aficionado moderado (es decir, mínimamente objetivo y abierto a la discusión racional) del Real Madrid, y hubiese tenido la idea de leer Senda de campeones, del periodista Martí Perarnau, estaría bastante preocupado por el futuro deportivo de mi equipo. No voy a explicar en unas breves líneas lo que un profesional expone en todo un libro, pero puedo decir que se detalla con una concreción incontestable el sofisticado proceso de formar un equipo perfectamente automatizado y orientado a un fin. Ese equipo es el Barcelona, y el proceso abarca una línea de tiempo que se inicia en las Escuelas de Formación y concluye en el primer equipo. A lo largo de este proceso se seleccionan jugadores que van a cumplir con total exactitud las pautas de especialización diseñadas por un elenco de profesionales de contrastado valor. El final del proceso nos deja un equipo que funciona como un reloj porque cada una de sus piezas ha sido pulida durante al menos diez años de entrenamientos y repeticiones orientadas a un estilo de juego determinado. Cada una de esas piezas realiza una función que tiene sentido solo con la participación activa y coordinada del resto de las piezas. Es la especialización sublimada. Y lo es hasta tal punto que los propios responsables de la cantera barcelonista reconocen que los jóvenes no están preparados para ser buenos en diferentes estilos, sino los mejores en uno. Y esta apuesta destacada por la especialización es la que después de varios años de maduración ha provocado los éxitos abrumadores de los azulgrana.

     Y es ahí donde en mi opinión empieza el dilema madridista. Es evidente que el Real Madrid dispone de un equipo fabuloso que ha destrozado futbolísticamente a casi todos los rivales con los que se ha enfrentado esta temporada. Ha sido una apisonadora que, gracias a su verticalidad y pegada, ha ganado y ha establecido unos magníficos registros goleadores. Sus jugadores son excelentes y su entrenador es un hombre muy inteligente consolidado desde hace años como uno de los mejores gestores de grupos deportivos que existen. Sin embargo, en los duelos directos con su máximo rival ha pervertido su filosofía ofensiva (su estilo de juego) para intentar frenar las virtudes del contrincante. El Barcelona ha sido el único equipo con el que el Real Madrid ha variado su estrategia, que ha pasado de la verticalidad más extrema a la brutal destrucción de líneas y a la presión más intensa con un empeño espartano. Si el Real Madrid ha optado por esto (y no le salió mal del todo, ya que a nivel de resultados cuantitativos obtuvo un título) es porque consideraba que era la única manera de vencer al Barcelona, dado que el del famoso 5-0 fue el único partido de los cinco que se jugaron esta temporada en los que los madridistas intentaron afrontar el reto como iguales. Y aquí el dilema se revela en todo su esplendor: el Real Madrid no necesita a Thiago, ni a Cesc. Ni siquiera necesita a Xavi o a Iniesta. ¡No necesita a Messi!...porque no les va a servir de nada...Si quieren jugar de igual a igual al Barcelona, siempre serán inferiores. Al menos por ahora. La clave azulgrana es el inmenso grado de automatización de un estilo que además de ser estético es tácticamente consistente. Es decir, que aunque fiches a alguno de los músicos del grupo que hace la música más bella, no te llevarás conntigo la esencia, porque no es el individuo el que consigue ese grado de perfección, sino que son las relaciones entre esos músicos las que intensifican el rendimiento, aumentándolo de una forma que es más que la simple adición de intérpretes. Es tocar igual desde niño, con compañeros que suman para lograr ese objetivo. Por eso aunque Thiago o Cesc o Xavi se fueran al Real Madrid, nunca se alcanzaría el nivel del Barcelona, ya que la matriz donde las reacciones se dan, no existe. En este caso un árbol no hace bosque.

     Por otro lado, el Real Madrid ha demostrado ser imparable contra el resto de equipos de Europa y de la Liga. Así que no necesitan a Thiago para ser todavía más fuertes. ¿Qué hará el entrenador madridista? No es descabellado pensar que propondrá un estilo “por defecto” (veloz y ofensivo, vertical y directo) y que al tiempo entrenará desde ya para intentar frenar al Barcelona con una propuesta no muy diferente a la de este año. Nadie que no lleve diez años entrenando como el Barça puede jugar como el Barça. Estoy deseando saber cómo va a resolver Mourinho el dilema.