jueves, 7 de julio de 2011

Es el mismo Messi

     Un nuevo compromiso de Leo Messi con la Selección Argentina reabre el debate sobre la razón de que el considerado mejor futbolista del Mundo (categorización improcedente en un deporte colectivo; aclaro para quien no conozca ya mi punto de vista sobre este asunto de los premios individuales) no rinda con la albiceleste del mismo modo al que nos tiene acostumbrados en su club.
     Hay periodistas deportivos de gran alcance mediático que con sus opiniones perpetuan atavismos, ideas preconcebidas que llevan años arraigadas en el imaginario deportivo. Y otros, que callan cuando escuchan estos argumentos medievales, se convierten en cómplices de una mediocridad deportivo-intelectual que nos hiere en lo más profundo de nuestras humildes mentes a aquellos que hemos dedicado años de nuestras vidas a estudiar la complejidad de los deportes colectivos.
     Ayer mismo un tertuliano de un programa de deportes de Canal + defendía con vehemencia que Messi tendría que rendir igual en cualquier equipo en el que jugara. Este tertuliano de cabello blanco no es periodista deportivo, pero sí lo eran algunos de los que estaban con él. Entre ellos alguno de los más prestigiosos y afamados de este país. Y ninguno abrió la boca para rebatir esta idea. Resulta que todos están de acuerdo en que Messi tiene que jugar igual de bien sea cual sea el equipo del que forma parte.
     Pues resulta que esto no va así, señores. La 'Teoría del PCFútbol' defiende que si juntas a los “mejores” jugadores (o a los más valorados) haces el mejor equipo. En el popular juego bastaba con fichar a esos jugadores con media de 90, 91 o 92 puntos para que tu equipo ganara los partidos por goleada. De hecho daba igual poner a un delantero de central o a un lateral de mediocentro. Lo importante es que fuese el mejor valorado. Y muchos periodistas deportivos, que por descontado no han leído a Martí Perarnau, siguen pensando que esto va así también en la vida real. No saben nada de roles, subroles, redes de comunicación motriz, educación física de base, génesis y estabilización de automatismos, táctica dinámica y semiótica. Y les da lo mismo. ¡Porque es más fácil decir que Messi no rinde en Argentina por factores socioculturales!
     Messi no rinde en Argentina porque la matriz donde ha de desempeñar su rol no es la misma matriz en la que ha aprendido, donde se ha desarrollado y donde ha sublimado su talento. El Barcelona habla un idioma único, que sólo dominan aquellos que se han formado durante casi diez años en los campos de La Masía. Algunos jugadores “externos” lo aprenden, no sin gran esfuerzo, y forman parte de esa maravillosa orquesta futbolística en la que se ha convertido el conjunto catalán. Pero son muy pocos. Messi ha encauzado durante años todo su talento natural para integrarse en una máquina perfecta, y es ahí, donde todos hablan el mismo idioma, cuando se convierte en ese superhombre. Pero es el equipo el que lo convierte en figura destacada, mediente una aportación bidireccional que es santo y seña de la dinámica barcelonista: yo cumplo mi función en la orquesta y esta me encumbra a las más altas cimas. Mi talento se desactiva en cuanto salgo del Camp Nou porque son mis compañeros los que lo subliman. Cuando me alejo de esos jugadores que hablan el mismo idioma que yo, tanto ellos como yo perdemos nuestro poder. Podemos regatear bien, controlar mejor, chutar excelentemente. Porque somos buenos técnicamente. Pero ni nos acercaremos a lo que somos cuando formamos parte de nuestro grupo. Esto lo saben lo ex-jugadores culés que han intentado seguir su camino en otros equipos, con otro idioma que no dominan. Casi ninguno ha rendido como de él se esperaba. Fuera de su hábitat natural el canterano del Barça se diluye hasta convertirse en una sombra de lo que era. Y Messi, fuera del Barcelona, está sujeto a las mismas leyes. Pero no son burdas falacias socioculturales, sino leyes científicas perfectamente enunciadas, comprobadas y estudiadas. Pero tal vez demasiado complejas para ser defendidas en una charla de café.

lunes, 20 de junio de 2011

El dilema madridista

     Esta mañana leía la noticia de que el Real Madrid estaría pensando en Thiago Alcántara como uno de sus fichajes estrella para la temporada que viene. Independientemente de que la noticia sea cierta o no, me parece interesante realizar una pequeña reflexión sobre este hecho, y también sobre otros aspectos relacionados.

     Si yo fuese un aficionado moderado (es decir, mínimamente objetivo y abierto a la discusión racional) del Real Madrid, y hubiese tenido la idea de leer Senda de campeones, del periodista Martí Perarnau, estaría bastante preocupado por el futuro deportivo de mi equipo. No voy a explicar en unas breves líneas lo que un profesional expone en todo un libro, pero puedo decir que se detalla con una concreción incontestable el sofisticado proceso de formar un equipo perfectamente automatizado y orientado a un fin. Ese equipo es el Barcelona, y el proceso abarca una línea de tiempo que se inicia en las Escuelas de Formación y concluye en el primer equipo. A lo largo de este proceso se seleccionan jugadores que van a cumplir con total exactitud las pautas de especialización diseñadas por un elenco de profesionales de contrastado valor. El final del proceso nos deja un equipo que funciona como un reloj porque cada una de sus piezas ha sido pulida durante al menos diez años de entrenamientos y repeticiones orientadas a un estilo de juego determinado. Cada una de esas piezas realiza una función que tiene sentido solo con la participación activa y coordinada del resto de las piezas. Es la especialización sublimada. Y lo es hasta tal punto que los propios responsables de la cantera barcelonista reconocen que los jóvenes no están preparados para ser buenos en diferentes estilos, sino los mejores en uno. Y esta apuesta destacada por la especialización es la que después de varios años de maduración ha provocado los éxitos abrumadores de los azulgrana.

     Y es ahí donde en mi opinión empieza el dilema madridista. Es evidente que el Real Madrid dispone de un equipo fabuloso que ha destrozado futbolísticamente a casi todos los rivales con los que se ha enfrentado esta temporada. Ha sido una apisonadora que, gracias a su verticalidad y pegada, ha ganado y ha establecido unos magníficos registros goleadores. Sus jugadores son excelentes y su entrenador es un hombre muy inteligente consolidado desde hace años como uno de los mejores gestores de grupos deportivos que existen. Sin embargo, en los duelos directos con su máximo rival ha pervertido su filosofía ofensiva (su estilo de juego) para intentar frenar las virtudes del contrincante. El Barcelona ha sido el único equipo con el que el Real Madrid ha variado su estrategia, que ha pasado de la verticalidad más extrema a la brutal destrucción de líneas y a la presión más intensa con un empeño espartano. Si el Real Madrid ha optado por esto (y no le salió mal del todo, ya que a nivel de resultados cuantitativos obtuvo un título) es porque consideraba que era la única manera de vencer al Barcelona, dado que el del famoso 5-0 fue el único partido de los cinco que se jugaron esta temporada en los que los madridistas intentaron afrontar el reto como iguales. Y aquí el dilema se revela en todo su esplendor: el Real Madrid no necesita a Thiago, ni a Cesc. Ni siquiera necesita a Xavi o a Iniesta. ¡No necesita a Messi!...porque no les va a servir de nada...Si quieren jugar de igual a igual al Barcelona, siempre serán inferiores. Al menos por ahora. La clave azulgrana es el inmenso grado de automatización de un estilo que además de ser estético es tácticamente consistente. Es decir, que aunque fiches a alguno de los músicos del grupo que hace la música más bella, no te llevarás conntigo la esencia, porque no es el individuo el que consigue ese grado de perfección, sino que son las relaciones entre esos músicos las que intensifican el rendimiento, aumentándolo de una forma que es más que la simple adición de intérpretes. Es tocar igual desde niño, con compañeros que suman para lograr ese objetivo. Por eso aunque Thiago o Cesc o Xavi se fueran al Real Madrid, nunca se alcanzaría el nivel del Barcelona, ya que la matriz donde las reacciones se dan, no existe. En este caso un árbol no hace bosque.

     Por otro lado, el Real Madrid ha demostrado ser imparable contra el resto de equipos de Europa y de la Liga. Así que no necesitan a Thiago para ser todavía más fuertes. ¿Qué hará el entrenador madridista? No es descabellado pensar que propondrá un estilo “por defecto” (veloz y ofensivo, vertical y directo) y que al tiempo entrenará desde ya para intentar frenar al Barcelona con una propuesta no muy diferente a la de este año. Nadie que no lleve diez años entrenando como el Barça puede jugar como el Barça. Estoy deseando saber cómo va a resolver Mourinho el dilema.

lunes, 6 de junio de 2011

El doble pivote de Del Bosque

            Vaya por delante que escribo estas líneas un par de días después de que la Selección Española arrollara a la de EEUU en un partidazo monumental tanto a nivel estético como funcional. La superioridad de nuestro equipo fue tan evidente que no hubo ninguna similitud con el partido de la Copa Confederaciones que tan amargo sabor nos dejó hace apenas dos años. Desde mi punto de vista está claro que una de las razones para tal superioridad ha sido el ritmo competitivo heredado. Es decir, en este partido casi todos los jugadores españoles llegaban en un estado de forma óptimo, ya que han estado compitiendo al máximo nivel hasta hace una semana. Hace dos años España llegaba al partido de semifinales después de tres semanas de parón, y sólo los jugadores del Barcelona habían mantenido las exigencias de la competición hasta ese momento. Por otro lado, los norteamericanos se habían concentrado mucho tiempo para preparar el torneo. Estos factores fueron sin duda determinantes en el devenir del mismo.

            Sin embargo no quiero dejar pasar la oportunidad de criticar el doble pivote que el seleccionador utiliza de manera sistemática en todos sus partidos. Creo que cometemos un error si pensamos que una flor trae la primavera, como nos equivocaremos si pensamos que el fantástico desempeño ante los estadounidenses es de causalidad táctica y no por razón, como ya he comentado, de estado de forma y de talento.

            Comprendo perfectamente a Don Vicente Del Bosque por querer proteger unas ideas que al fin y al cabo lo han llevado hasta donde está, y le permitieron obtener indiscutibles éxitos con el Real Madrid. Pero hoy en día la Selección Española cuenta con una ventaja que absolutamente nadie en el mundo posee: puede jugar con casi la totalidad del equipo titular del considerado por la mayoría de especialistas como el mejor club del mundo actualmente. ¡El valor de esto es incalculable! ¡Los automatismos están optimizados al máximo! No debes tocar nada para que la máquina funcione a la perfección. Teniendo en cuenta que Casillas puede jugar por Valdés sin que se resienta el equipo (aunque yo pondría a Valdés porque es la pieza original de esa maquinaria), ¿por qué no jugar con Ramos, Piqué, Puyol, Capdevila, Busquets, Xavi, Iniesta, Cesc (o Silva), Villa y Pedro? Silva o Iniesta pueden hacer de Messi (salvando las distancias), pero el resto del equipo es prácticamente el Barcelona. Ni siquiera tienes que entrenarlo…No hablo de los bolos de estos días, sino de los partidos oficiales, que será cuando nos juguemos los cuartos. España no ha brillado como se supone, y una de las causas principales es que el doble pivote actúa como un ralentizador de la dinámica de juego. Es un estorbo para la asociación y la fluidez. No tiene sentido en el entramado semiótico del conjunto. Es poner a dos pianistas en la orquesta cuando sólo necesitas a uno.

            No cuestiono la valía de jugadores como Xabi Alonso. Me parece un auténtico jugadorazo. Pero no debemos olvidar que el fútbol es un deporte colectivo basado en automatismos y relaciones de comunicación entre jugadores. Si puedes utilizar una dinámica perfecta ya formada y consistente, no te conformes con una “cuasi-perfecta”. El equipo se resiente, y el juego se resiente.

            Pero está claro que Del Bosque ya sabe todo esto. ¿Pero por qué no lo hace? Muy sencillo: el fútbol no es sólo fútbol. La presión mediática para alinear jugadores del Real Madrid es brutal. Una España con 8+Cesc en el once inicial no sería bien recibida por según qué sectores de la prensa especializada. Por eso respeto a Don Vicente. Es un gestor de grupo fantástico. Porque está rizando el rizo al adaptar el modelo por defecto de este combinado a las exigencias del entorno. Debe desmontar el Barcelona para incluir piezas “no de serie” sin que se le desmonte el motor. Las consecuencias son que España sigue ganando, pero jugando peor de lo que podría. Pero al menos la presión se rebaja y el equilibrio se mantiene.

martes, 31 de mayo de 2011

Reflexiones futbolísticas a vuela pluma

     Las últimos eventos de la temporada futbolística saliente me han llevado reflexionar sobre una serie de hechos . Estas reflexiones no son lo suficientemente consistentes como para dedicarles un artículo, pero sí lo bastante densas como para exceder los 140 caracteres de un tweet. Probablemente incida sobre alguna de ellas en futuras entradas de este blog, una vez que haya recopilado la información necesaria para argumentarlas coherentemente. Pero ahora, a vuela pluma, esto es lo que se me ocurre:

  • El grado de compromiso entre fondo y forma alcanzado por el Barcelona se halla próximo al 100%. El ganar ya no es lo más importante, sino que la manera de conseguirlo, a través de un estilo estético y definido, cobra la misma relevancia.”
  • La final de la Champions fue un ejemplo de que para ganar no hay que dar ni una sola patada, y de que para perder con dignidad tampoco hay que hacerlo. Tampoco hubo cabida en esa final para el teatro. Ojalá el fútbol fuese siempre así, ganara quien ganara.”
  • Dice Sami Khedira que el Real Madrid está muy cerca del nivel del Barcelona, porque ya le ganaron una vez esta temporada. Con 11 jugadores, dice el alemán, hubiesen derrotado al Barcelona. Mi opinión es que nunca se sabe lo que hubiese podido ocurrir. Se dan mil escenarios posibles porque hay demasiados factores intangibles. Lo que me parece claro es que el Real Madrid está cerca de ganar cuantitativamente (Dos títulos contra uno para el Barcelona) pero muy lejos de hacerlo cualitativamente (no sólo ganar sino cómo ganar)”
  • Cuando un equipo juega al límite del reglamento es cuestión de tiempo que sea penalizado por ello. Cuantos más partidos juegues de este modo más probabilidades hay de que te quedes con diez o con nueve. Es normal, por tanto, que el Real Madrid haya sido penalizado de este modo en su póker de clásicos. Y si jugasen de esta forma otros diez partidos, peor...”
  • No me gusta el teatro de Busquets y de Alves. Lo único que hace es desentonar en la magnífica sinfonía barcelonista y dar motivos a los radicales para cuestionar el estilo. Cada vez que lo hacen me avergüenzo. Como me avergüenzo de Arbeloa al verle pisar a Villa. Sin palabras.”
  • El Real Madrid es un equipo brutal. Vertical, veloz, poderoso, infalible. Es una manera diferente de entender el fútbol, pero igualmente válida. Si la llevan a la máxima expresión, es casi tan agradecido de ver como el Barcelona. Es puro espectáculo.”
  • Pepe es el antifútbol personificado. Entiendo que su entrenador le asigne un rol que sólo él es capaz de realizar a la perfección. Pero por el bien del fútbol hay que acabar con personajes que confunden capacidad de sacrificio y potencial atlético con agresividad y patadas.”
  • El Deportivo bajó a Segunda por muchas razones. Pero una de ellas es su ineficaz política de cantera. Un equipo profesional no puede dedicarse a fichar jugadores con una inespecificidad alarmante. El correcto aprovechamiento de la cantera tiene una sistemática. Primero, determinar la identidad futbolística del club. Sea la que sea; segundo, buscar a los profesionales que lleven esa idea a la práctica desde los 12 años (antes formación en las escuelas de fútbol. Algún día me gustaría hablar de Horst Wein y de la salvajada que estamos haciendo con los niños durante su formación); tercero, no cambiar esa identidad cada dos años.”
  • Un equipo profesional no puede permitir a sus futbolistas (muy bien pagados) que coman varias veces a la semana en pizzerías y restaurantes de lujo. Hay que educar por y para el rendimiento deportivo. Y si eso no se hace con la cantera, hay que hacerlo ya con los mayores, con la dificultad que conlleva. El entrenamiento silencioso existe.”
  • Entrenadores como Lotina, con el libro de estilo en blanco y negro, no son nada beneficiosos para el avence del deporte. Evolución ya, en todos los aspectos. No es de recibo que un club profesional entrene haciendo ´la trenza´ como si tuviesen 10 años. Ni para calentar.”
  • Cristiano, Ibrahimovic, Drogba, Ronaldinho...son fabulosos jugadores individuales de fútbol. Pero son tóxicos para el colectivo. Y el fútbol es un deporte colectivo. En la fuerza, cohesión y coordinación del grupo está el éxito. Ellos se nutren del colectivo para agrandar su imagen, pero le devuelven poco. Messi podría lograr 100 goles en una temporada, pero sería a costa de condenar a la Orquesta Barcelona a la derrota. Cuando el grupo es lo principal, los éxitos son de todos, y todos se benefician.”

lunes, 23 de mayo de 2011

El saneamiento del Deportivo

      Una vez consumado el temido descenso del Deportivo a la Segunda División es hora de realizar diversos análisis de las causas que lo han llevado a esa situación, y de proponer alternativas para devolver al club a la máxima categoría. En mi caso me centraré exclusivamente en la relación de la cantera deportivista con el primer equipo.
     Todos nos fijamos en dos modelos de cantera, que son los que actualmente destacan en el fútbol español: el modelo del Barcelona – orientado a formar “jugadores clon” para garantizar la continuidad de un ideario colectivo muy elaborado – y el modelo de Real Madrid – orientado a formar jugadores de éxito, independientemente de que vayan a jugar o no en el primer equipo.
     El Deportivo ha optado, con un muy cuestionable criterio, por esta segunda opción. Y digo que este criterio es cuestionable porque esta elección, en el caso del Real Madrid se sostiene gracias a la compra de los mejores jugadores del Mundo en los puestos que necesitan ser cubiertos. Es decir, que el Real Madrid selecciona a los mejores jóvenes, y entre estos se queda con los que parecen aptos para el primer equipo (pocos, últimamente). Al resto se les va vendiendo en diferentes etapas (juveniles, segundo equipo o casi en primer equipo). La liga española está repleta de estos talentos ex- madridistas (Negredo, Parejo, Soldado, Borja Valero, etc.) muchos de los cuales incluso son internacionales. Otros, caso de Arbeloa o Granero, tuvieron que completar su formación en otros equipos para llegar a obtener ese “certificado de aptitud”. Pero al Real Madrid esto no le preocupa, ya que cualquier carencia puede ser suplida a base de talonario.
     En el extremo opuesto encontramos el procedimiento del Barcelona. El Barsa tiene una identidad colectiva incuestionable e innegociable, y la aplica desde el último equipo de la base, hasta la plantilla profesional. Cada talento seleccionado es pulido para realizar una determinada función en la orquesta futbolística blaugrana, de modo que un jugador del cadete que fuese a jugar con el juvenil no notaría ninguna diferencia a nivel táctico o de automatismos. Esta es una notable ventaja a la hora de jugar al fútbol, pues el ideario colectivo se respeta y lo único que hay que tener en cuenta es la selección y pulido de los jugadores idóneos para cada puesto. El Barsa forma, por tanto, piezas para su engranaje global. El Real Madrid forma piezas excelentes, pero inespecíficas. Esta es una de las razones por las que hay más canteranos del Real Madrid triunfando en la liga española que canteranos del Barcelona. Estos últimos son excelentes jugadores, pero su calidad está amplificada por la eficacia de los automatismos y por el poder del equipo, del colectivo.
     Sin embargo, el Deportivo posee una cantera absolutamente inútil. No forma jugadores exportables, y tampoco forma piezas específicas porque el propio club carece de una identidad definida. ¿Cómo juega el Deportivo? ¿Alguien lo sabe? ¿Es un equipo – club con una identidad de contragolpe? ¿De juego combinativo? ¿Forma defensas que sepan superar una presión adelantada? ¿Forma defensas que sepan desplazar el balón en largo para aprovechar la velocidad de los extremos? La verdad es que nadie lo sabe...Por eso el modelo del Real Madrid no vale para el Deportivo. El Real Madrid quiere un 9, y lo compra...
     El Villarreal es un club de ciudad pequeña que hace años optó por el modelo Barsa. Y hace un par de años que está cosechando los frutos. Nadie va a tener las opciones de reclutar talentos que tienen los culés, evidentemente. Pero puedes reclutar jóvenes muy buenos y adaptarlos a tu propio ideario, a tu propio ADN. No defiendo, auque sea mi opción favorita, que haya que realizar un fútbol combinativo y de posesión. Se puede optar por una filosofía de contragolpe. Pero de modo inexcusable se ha de formar a los jugadores de base para que desempeñen a la perfección todos los roles con sus alternativas, de forma que los que lleguen al primer equipo lleven ya varios años cumpliendo ese papel.
     Mi propuesta es la de crear una idea nítida de lo que ha de ser el Deportivo. Un club que ha de ser identificado por un estilo. No olvidemos que cualquiera que desee formar parte de una entidad de este prestigio ha de renunciar a la identidad personal para adoptar la propia del club. Para hacer rabonas o chutar desde 40 metros, te vas a otro equipo o juegas con tus amigos. Un club profesional cuyo presidente gana más en un año de lo que la mayoría de los trabajadores ganaría en una vida ha de tener una cantera que produzca jugadores con un fin práctico. No puedes tener una cantera de granito cuando tu fábrica se dedica a hacer porcelana. No tiene sentido. Una vez que el Deportivo sepa cómo quiere jugar, toda la cantera ha de estar orientada hacia esa forma de jugar.
     Ahora el Depor tiene tiempo. Puede intentar ascender con lo puesto, e incluso fichar jugadores. Pero ya este mismo año el primer equipo infantil ha de estar orientado hacia el futuro. La formación es importante, pero no es el objetivo básico de un club profesional. El objetivo básico de un club profesional es formar jugadores para una función, formar piezas para un engranaje.
Por tanto, Deportivo, decídete. Si quieres tocar jazz, que tus niños empiecen con el piano y el contrabajo. Y si quieres flamenco, con la guitarra y el cajón. Pero decídete.

miércoles, 18 de mayo de 2011

El sueño polifásico

Allá por el año 2007 leía en el magazine Men´s Health un breve reportaje sobre el, por aquel entonces, desconocido mundo del sueño polifásico. Fue tal el impacto que ese artículo causó en mí que ese mismo verano estuve a punto de llevar a cabo el experimento que el autor había realizado.
El sueño polifásico es, a grandes rasgos, una alternativa al sueño monofásico convencional que ocupa entre seis y nueve horas de nuestro ciclo de 24. En el sueño convencional el sujeto duerme durante varias horas seguidas, en un único bloque diario. Durante estas horas se alterna la fase REM (Rapid Eye Movement ó Movimiento Ocular Rápido) con otras fases menos “útiles”. Los defensores del sueño polifásico argumentan que durmiendo varias veces a lo largo del día, en naps (siestas) de entre 20 y 30 minutos, se aprovecha la fase REM por completo y se desechan las otras fases improductivas. La fase REM es aquella en la que, en teoría, se producen los verdaderos beneficios del sueño: picos en la liberación de hormonas recuperadoras como la hormona de crecimiento, y sueño paradójico (sueños vívidos y “reales”).
No estoy ni mucho menos capacitado para realizar un análisis profundo de este tipo de argumentaciones, así que me limitaré a exponer lo que en ellas se indica:
El nivel más extremo de sueño polifásico (del que la siesta tradicional es el nivel más simple: una fase de seis o siete horas más un nap de 30-60 minutos) consiste en dormir entre 20 y 30 minutos cada cuatro horas. Durante esos minutos el sujeto entra casi al instante en fase REM, y se despierta como nuevo. Totalmente recuperado. Sin rastro de cansancio o fatiga...
Una vez que el proceso de adaptación al sueño polifásico se ha completado, uno se duerme casi al momento al llegar la hora, y se despierta sin problemas pasados esos minutos. Consecuencias: una ganancia de unas seis horas extras al día, y una mejora tanto física como emocional provocada por el aumento de la eficacia hormonal. El sueño monofásico requiere entre seis y ocho horas al día, mientras que el polifásico tan sólo utiliza entre una hora y media y dos horas y media cada 24 horas.
Pero todo ello cuenta con un inconveniente clarísimo: nuestra sociedad está organizada de modo que nos cueste disponer de 30 minutos cada cuatro horas para dormir. La mayoría de nosotros no puede desatender sus labores durante esos momentos de siesta...
Al final no me atreví a realizar el experimento aquel verano de 2007. A grandes rasgos lo que ocurre durante el proceso de adaptación es como una especie de inmenso jet lag. Insomnio, cansancio, fases de sueño a deshora, saltarse fases, dormir de más, alucinaciones, torpeza...y al final una adaptación completa que te cambia la vida.
Yo no me atreví a probarlo, pero sí lo hizo el periodista Steve Pavlina. Y lo documenta día a día en www.stevepavlina.com. Quien esté interesado habrá de utilizar el inglés para entenderlo, pero vale la pena. Y el que no se lo crea...¡que lo intente!

lunes, 16 de mayo de 2011

¿Alguien duda ahora de Cristiano Ronaldo?

     Ante la pregunta que formulaba esta mañana el periodista Michael Robinson, he de contestar: "¡yo no!" Pero ni lo hago ahora ni lo he hecho nunca. Para mí CR7 es una bestia, un animal competitivo, un superatleta. Probablemente el único futbolista que hoy en día podría haber logrado semejantes registros goleadores. Es vertical, directo, agresivo, fuerte, rápido...letal. Pero no voy a compararlo con Leo Messi, porque no admiten comparación: CR7 ha marcado 39 goles (13 a balón parado, ojo) en Liga por 31 (cinco a balón parado) de Messi. Pero Messi ha dado 19 asistencias por tan solo siete de Ronaldo. Y este es para mi el quid de la cuestión.
     CR7 es el final de un proceso. Es la culminación de un sistema de juego ideado para su lucimiento. El Real Madrid está construido por y para CR7. Eso no quiere decir que el Real Madrid no vaya a evolucionar y a mejorar, sino que simplemente es, a día de hoy, un equipo que necesariamente busca a Ronaldo para que éste marque.
     Messi es parte del proceso, además de ser fin del mismo. Participa del juego colectivo, y al mismo tiempo culmina este juego colectivo. La manera de concebir el fútbol de Madrid y Barcelona es diametralmente opuesta. El Real Madrid se parece a esos equipos de la NBA donde un jugador es capaz de anotar más de 50 puntos en un partido aunque su equipo pierda. El Barcelona se parece más a los Bulls de Jordan, donde éste no sólo era la estrella que coronaba la cima, sino que sistemáticamente bajaba al suelo para colaborar en la estructura global del colectivo. Jordan sin Pippen no habría sido Jordan, y al revés. Los Bulls dotaron a Jordan de los cimientos para construir el edificio, y éste dio al edificio todo su esplendor. Cristiano sin el Madrid siempre será Cristiano, pero el Real Madrid no evolucionará si continúa jugándolo todo a un solo anotador. Los objetivos colectivos (básicos en fútbol, lógicamente) del Real Madrid corren peligro si no se rebaja la voracidad individualista de su estrella. Nadie puede ganar títulos por sí mismo. Con CR7 el Real Madrid puede coleccionar Pichichis y Botas de Oro, pero si quiere más ha de replantearse su ideario colectivo, y exigir a CR7 una participación más activa. Porque, y ésto es fundamental, puedes golear a todos los equipos del mundo menos a uno. Pero para ganar títulos es a éste al que has de llegar a ganar.

jueves, 28 de abril de 2011

Las Champions blancas de Mourinho

     No voy a entrar en cuestiones relativas al partido de ayer, porque para eso ya está la prensa internacional. Olé, Bild, Daily Sports, Fox, L´Equipe...Todos ellos consideran justa la expulsión de Pepe y cargan contra el ultradefensivo planteamiento de Mou. Por tanto, ni una palabra más.
     Ahora bien, cuando en la rueda de prensa posterior al partido Mourinho da una muestra más de bajeza moral y de carencia absoluta de valores deportivos y de fair play, es bueno recordar algunas cosas:
     Él dice que sus dos Champions (Oporto 2003 e Inter 2010) son blancas, y las del Barcelona no. Pues bien, resulta que en la Champions del año pasado, independientemente del asunto del volcán, nos encontramos con un penoso arbitraje de su paisano y amigo Olegario Benquerença, que propició no sólo que el Inter marcara un gol en fuera de juego, sino que se olvidó de pitar un penalty en contra del Inter. O sea que algo sucia esa Champions sí que está...
     Pero de lo que no se acuerda nadie es de lo que ocurrió en las semifinales de la Champions del 2003 en Das Antas (ahora Do Dragao), cuando Markus Merk expulsó al mejor central del mundo por aquel entonces, Jorge Andrade, por una broma con su amigo y ex- compañero Deco. Jugando con 11 y contando con Andrade en la vuelta estaría por ver quién llegaba a la final contra el Monaco.
     Dos Champions inmaculadas, Mou. Sí señor.
     Ah, por no hablar del arbitraje de Collina en Stamford Bridge hace 6 años. Pero esa Champions no la ganó Mourinho, afortunadamente para el fútbol.