martes, 31 de mayo de 2011

Reflexiones futbolísticas a vuela pluma

     Las últimos eventos de la temporada futbolística saliente me han llevado reflexionar sobre una serie de hechos . Estas reflexiones no son lo suficientemente consistentes como para dedicarles un artículo, pero sí lo bastante densas como para exceder los 140 caracteres de un tweet. Probablemente incida sobre alguna de ellas en futuras entradas de este blog, una vez que haya recopilado la información necesaria para argumentarlas coherentemente. Pero ahora, a vuela pluma, esto es lo que se me ocurre:

  • El grado de compromiso entre fondo y forma alcanzado por el Barcelona se halla próximo al 100%. El ganar ya no es lo más importante, sino que la manera de conseguirlo, a través de un estilo estético y definido, cobra la misma relevancia.”
  • La final de la Champions fue un ejemplo de que para ganar no hay que dar ni una sola patada, y de que para perder con dignidad tampoco hay que hacerlo. Tampoco hubo cabida en esa final para el teatro. Ojalá el fútbol fuese siempre así, ganara quien ganara.”
  • Dice Sami Khedira que el Real Madrid está muy cerca del nivel del Barcelona, porque ya le ganaron una vez esta temporada. Con 11 jugadores, dice el alemán, hubiesen derrotado al Barcelona. Mi opinión es que nunca se sabe lo que hubiese podido ocurrir. Se dan mil escenarios posibles porque hay demasiados factores intangibles. Lo que me parece claro es que el Real Madrid está cerca de ganar cuantitativamente (Dos títulos contra uno para el Barcelona) pero muy lejos de hacerlo cualitativamente (no sólo ganar sino cómo ganar)”
  • Cuando un equipo juega al límite del reglamento es cuestión de tiempo que sea penalizado por ello. Cuantos más partidos juegues de este modo más probabilidades hay de que te quedes con diez o con nueve. Es normal, por tanto, que el Real Madrid haya sido penalizado de este modo en su póker de clásicos. Y si jugasen de esta forma otros diez partidos, peor...”
  • No me gusta el teatro de Busquets y de Alves. Lo único que hace es desentonar en la magnífica sinfonía barcelonista y dar motivos a los radicales para cuestionar el estilo. Cada vez que lo hacen me avergüenzo. Como me avergüenzo de Arbeloa al verle pisar a Villa. Sin palabras.”
  • El Real Madrid es un equipo brutal. Vertical, veloz, poderoso, infalible. Es una manera diferente de entender el fútbol, pero igualmente válida. Si la llevan a la máxima expresión, es casi tan agradecido de ver como el Barcelona. Es puro espectáculo.”
  • Pepe es el antifútbol personificado. Entiendo que su entrenador le asigne un rol que sólo él es capaz de realizar a la perfección. Pero por el bien del fútbol hay que acabar con personajes que confunden capacidad de sacrificio y potencial atlético con agresividad y patadas.”
  • El Deportivo bajó a Segunda por muchas razones. Pero una de ellas es su ineficaz política de cantera. Un equipo profesional no puede dedicarse a fichar jugadores con una inespecificidad alarmante. El correcto aprovechamiento de la cantera tiene una sistemática. Primero, determinar la identidad futbolística del club. Sea la que sea; segundo, buscar a los profesionales que lleven esa idea a la práctica desde los 12 años (antes formación en las escuelas de fútbol. Algún día me gustaría hablar de Horst Wein y de la salvajada que estamos haciendo con los niños durante su formación); tercero, no cambiar esa identidad cada dos años.”
  • Un equipo profesional no puede permitir a sus futbolistas (muy bien pagados) que coman varias veces a la semana en pizzerías y restaurantes de lujo. Hay que educar por y para el rendimiento deportivo. Y si eso no se hace con la cantera, hay que hacerlo ya con los mayores, con la dificultad que conlleva. El entrenamiento silencioso existe.”
  • Entrenadores como Lotina, con el libro de estilo en blanco y negro, no son nada beneficiosos para el avence del deporte. Evolución ya, en todos los aspectos. No es de recibo que un club profesional entrene haciendo ´la trenza´ como si tuviesen 10 años. Ni para calentar.”
  • Cristiano, Ibrahimovic, Drogba, Ronaldinho...son fabulosos jugadores individuales de fútbol. Pero son tóxicos para el colectivo. Y el fútbol es un deporte colectivo. En la fuerza, cohesión y coordinación del grupo está el éxito. Ellos se nutren del colectivo para agrandar su imagen, pero le devuelven poco. Messi podría lograr 100 goles en una temporada, pero sería a costa de condenar a la Orquesta Barcelona a la derrota. Cuando el grupo es lo principal, los éxitos son de todos, y todos se benefician.”

lunes, 23 de mayo de 2011

El saneamiento del Deportivo

      Una vez consumado el temido descenso del Deportivo a la Segunda División es hora de realizar diversos análisis de las causas que lo han llevado a esa situación, y de proponer alternativas para devolver al club a la máxima categoría. En mi caso me centraré exclusivamente en la relación de la cantera deportivista con el primer equipo.
     Todos nos fijamos en dos modelos de cantera, que son los que actualmente destacan en el fútbol español: el modelo del Barcelona – orientado a formar “jugadores clon” para garantizar la continuidad de un ideario colectivo muy elaborado – y el modelo de Real Madrid – orientado a formar jugadores de éxito, independientemente de que vayan a jugar o no en el primer equipo.
     El Deportivo ha optado, con un muy cuestionable criterio, por esta segunda opción. Y digo que este criterio es cuestionable porque esta elección, en el caso del Real Madrid se sostiene gracias a la compra de los mejores jugadores del Mundo en los puestos que necesitan ser cubiertos. Es decir, que el Real Madrid selecciona a los mejores jóvenes, y entre estos se queda con los que parecen aptos para el primer equipo (pocos, últimamente). Al resto se les va vendiendo en diferentes etapas (juveniles, segundo equipo o casi en primer equipo). La liga española está repleta de estos talentos ex- madridistas (Negredo, Parejo, Soldado, Borja Valero, etc.) muchos de los cuales incluso son internacionales. Otros, caso de Arbeloa o Granero, tuvieron que completar su formación en otros equipos para llegar a obtener ese “certificado de aptitud”. Pero al Real Madrid esto no le preocupa, ya que cualquier carencia puede ser suplida a base de talonario.
     En el extremo opuesto encontramos el procedimiento del Barcelona. El Barsa tiene una identidad colectiva incuestionable e innegociable, y la aplica desde el último equipo de la base, hasta la plantilla profesional. Cada talento seleccionado es pulido para realizar una determinada función en la orquesta futbolística blaugrana, de modo que un jugador del cadete que fuese a jugar con el juvenil no notaría ninguna diferencia a nivel táctico o de automatismos. Esta es una notable ventaja a la hora de jugar al fútbol, pues el ideario colectivo se respeta y lo único que hay que tener en cuenta es la selección y pulido de los jugadores idóneos para cada puesto. El Barsa forma, por tanto, piezas para su engranaje global. El Real Madrid forma piezas excelentes, pero inespecíficas. Esta es una de las razones por las que hay más canteranos del Real Madrid triunfando en la liga española que canteranos del Barcelona. Estos últimos son excelentes jugadores, pero su calidad está amplificada por la eficacia de los automatismos y por el poder del equipo, del colectivo.
     Sin embargo, el Deportivo posee una cantera absolutamente inútil. No forma jugadores exportables, y tampoco forma piezas específicas porque el propio club carece de una identidad definida. ¿Cómo juega el Deportivo? ¿Alguien lo sabe? ¿Es un equipo – club con una identidad de contragolpe? ¿De juego combinativo? ¿Forma defensas que sepan superar una presión adelantada? ¿Forma defensas que sepan desplazar el balón en largo para aprovechar la velocidad de los extremos? La verdad es que nadie lo sabe...Por eso el modelo del Real Madrid no vale para el Deportivo. El Real Madrid quiere un 9, y lo compra...
     El Villarreal es un club de ciudad pequeña que hace años optó por el modelo Barsa. Y hace un par de años que está cosechando los frutos. Nadie va a tener las opciones de reclutar talentos que tienen los culés, evidentemente. Pero puedes reclutar jóvenes muy buenos y adaptarlos a tu propio ideario, a tu propio ADN. No defiendo, auque sea mi opción favorita, que haya que realizar un fútbol combinativo y de posesión. Se puede optar por una filosofía de contragolpe. Pero de modo inexcusable se ha de formar a los jugadores de base para que desempeñen a la perfección todos los roles con sus alternativas, de forma que los que lleguen al primer equipo lleven ya varios años cumpliendo ese papel.
     Mi propuesta es la de crear una idea nítida de lo que ha de ser el Deportivo. Un club que ha de ser identificado por un estilo. No olvidemos que cualquiera que desee formar parte de una entidad de este prestigio ha de renunciar a la identidad personal para adoptar la propia del club. Para hacer rabonas o chutar desde 40 metros, te vas a otro equipo o juegas con tus amigos. Un club profesional cuyo presidente gana más en un año de lo que la mayoría de los trabajadores ganaría en una vida ha de tener una cantera que produzca jugadores con un fin práctico. No puedes tener una cantera de granito cuando tu fábrica se dedica a hacer porcelana. No tiene sentido. Una vez que el Deportivo sepa cómo quiere jugar, toda la cantera ha de estar orientada hacia esa forma de jugar.
     Ahora el Depor tiene tiempo. Puede intentar ascender con lo puesto, e incluso fichar jugadores. Pero ya este mismo año el primer equipo infantil ha de estar orientado hacia el futuro. La formación es importante, pero no es el objetivo básico de un club profesional. El objetivo básico de un club profesional es formar jugadores para una función, formar piezas para un engranaje.
Por tanto, Deportivo, decídete. Si quieres tocar jazz, que tus niños empiecen con el piano y el contrabajo. Y si quieres flamenco, con la guitarra y el cajón. Pero decídete.

miércoles, 18 de mayo de 2011

El sueño polifásico

Allá por el año 2007 leía en el magazine Men´s Health un breve reportaje sobre el, por aquel entonces, desconocido mundo del sueño polifásico. Fue tal el impacto que ese artículo causó en mí que ese mismo verano estuve a punto de llevar a cabo el experimento que el autor había realizado.
El sueño polifásico es, a grandes rasgos, una alternativa al sueño monofásico convencional que ocupa entre seis y nueve horas de nuestro ciclo de 24. En el sueño convencional el sujeto duerme durante varias horas seguidas, en un único bloque diario. Durante estas horas se alterna la fase REM (Rapid Eye Movement ó Movimiento Ocular Rápido) con otras fases menos “útiles”. Los defensores del sueño polifásico argumentan que durmiendo varias veces a lo largo del día, en naps (siestas) de entre 20 y 30 minutos, se aprovecha la fase REM por completo y se desechan las otras fases improductivas. La fase REM es aquella en la que, en teoría, se producen los verdaderos beneficios del sueño: picos en la liberación de hormonas recuperadoras como la hormona de crecimiento, y sueño paradójico (sueños vívidos y “reales”).
No estoy ni mucho menos capacitado para realizar un análisis profundo de este tipo de argumentaciones, así que me limitaré a exponer lo que en ellas se indica:
El nivel más extremo de sueño polifásico (del que la siesta tradicional es el nivel más simple: una fase de seis o siete horas más un nap de 30-60 minutos) consiste en dormir entre 20 y 30 minutos cada cuatro horas. Durante esos minutos el sujeto entra casi al instante en fase REM, y se despierta como nuevo. Totalmente recuperado. Sin rastro de cansancio o fatiga...
Una vez que el proceso de adaptación al sueño polifásico se ha completado, uno se duerme casi al momento al llegar la hora, y se despierta sin problemas pasados esos minutos. Consecuencias: una ganancia de unas seis horas extras al día, y una mejora tanto física como emocional provocada por el aumento de la eficacia hormonal. El sueño monofásico requiere entre seis y ocho horas al día, mientras que el polifásico tan sólo utiliza entre una hora y media y dos horas y media cada 24 horas.
Pero todo ello cuenta con un inconveniente clarísimo: nuestra sociedad está organizada de modo que nos cueste disponer de 30 minutos cada cuatro horas para dormir. La mayoría de nosotros no puede desatender sus labores durante esos momentos de siesta...
Al final no me atreví a realizar el experimento aquel verano de 2007. A grandes rasgos lo que ocurre durante el proceso de adaptación es como una especie de inmenso jet lag. Insomnio, cansancio, fases de sueño a deshora, saltarse fases, dormir de más, alucinaciones, torpeza...y al final una adaptación completa que te cambia la vida.
Yo no me atreví a probarlo, pero sí lo hizo el periodista Steve Pavlina. Y lo documenta día a día en www.stevepavlina.com. Quien esté interesado habrá de utilizar el inglés para entenderlo, pero vale la pena. Y el que no se lo crea...¡que lo intente!

lunes, 16 de mayo de 2011

¿Alguien duda ahora de Cristiano Ronaldo?

     Ante la pregunta que formulaba esta mañana el periodista Michael Robinson, he de contestar: "¡yo no!" Pero ni lo hago ahora ni lo he hecho nunca. Para mí CR7 es una bestia, un animal competitivo, un superatleta. Probablemente el único futbolista que hoy en día podría haber logrado semejantes registros goleadores. Es vertical, directo, agresivo, fuerte, rápido...letal. Pero no voy a compararlo con Leo Messi, porque no admiten comparación: CR7 ha marcado 39 goles (13 a balón parado, ojo) en Liga por 31 (cinco a balón parado) de Messi. Pero Messi ha dado 19 asistencias por tan solo siete de Ronaldo. Y este es para mi el quid de la cuestión.
     CR7 es el final de un proceso. Es la culminación de un sistema de juego ideado para su lucimiento. El Real Madrid está construido por y para CR7. Eso no quiere decir que el Real Madrid no vaya a evolucionar y a mejorar, sino que simplemente es, a día de hoy, un equipo que necesariamente busca a Ronaldo para que éste marque.
     Messi es parte del proceso, además de ser fin del mismo. Participa del juego colectivo, y al mismo tiempo culmina este juego colectivo. La manera de concebir el fútbol de Madrid y Barcelona es diametralmente opuesta. El Real Madrid se parece a esos equipos de la NBA donde un jugador es capaz de anotar más de 50 puntos en un partido aunque su equipo pierda. El Barcelona se parece más a los Bulls de Jordan, donde éste no sólo era la estrella que coronaba la cima, sino que sistemáticamente bajaba al suelo para colaborar en la estructura global del colectivo. Jordan sin Pippen no habría sido Jordan, y al revés. Los Bulls dotaron a Jordan de los cimientos para construir el edificio, y éste dio al edificio todo su esplendor. Cristiano sin el Madrid siempre será Cristiano, pero el Real Madrid no evolucionará si continúa jugándolo todo a un solo anotador. Los objetivos colectivos (básicos en fútbol, lógicamente) del Real Madrid corren peligro si no se rebaja la voracidad individualista de su estrella. Nadie puede ganar títulos por sí mismo. Con CR7 el Real Madrid puede coleccionar Pichichis y Botas de Oro, pero si quiere más ha de replantearse su ideario colectivo, y exigir a CR7 una participación más activa. Porque, y ésto es fundamental, puedes golear a todos los equipos del mundo menos a uno. Pero para ganar títulos es a éste al que has de llegar a ganar.